Todo son halagos hacia "Achtung Baby"y su remasterización.-Nueva crónica Diariovasco.com
"El día en que U2 reinventó su sonido"
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En 1990 la banda irlandesa U2 se cansó de las dimensiones y la altura que había alcanzado el 'Joshua Tree', su particular árbol del éxito, tronco que habían alimentado a conciencia con mimo, épica y entusiasmo durante una década. El cuarteto, sepultado por su ya frondosa, tupida y descontrolada espesura, no encontró mejor solución para intentar volver a ver la luz del día musical que cortar el árbol de raíz.
Desbordados por las proporciones que había adquirido su trayectoria, aquel arriesgado gesto y giro estilístico supuso en la práctica el renacer del grupo y les llevó hasta una obra maestra recibida en su día con reticencias por el núcleo duro de sus seguidores: 'Achtung Baby' (1991), grabación que, aún hoy, representa un clásico en toda regla de la banda que el cuarteto no ha logrado superar, en cuanto a resultados artísticos, con ninguno de los lanzamientos posteriores realizados en las dos décadas transcurridas desde su publicación.
Tomar aquella abrupta decisión de cara al que sería su séptimo disco en estudio no le resultó al cuarteto tarea fácil. Conviene detenerse en el detonante de la catarsis que dio lugar al álbum, del que el mes que viene se cumplen 20 años de su lanzamiento.
Abrumado por las consecuencias de su decidida apuesta por ganarse los estadios y arrasar el mercado norteamericano, los irlandeses se lamían las heridas en 1989, escaldados de su megalómana experiencia cinematográfica y musical plasmada en 'Rattle & Hum' (1988), doble disco y filme llamados a testimoniar su inmersión en la cultura musical norteamericana y un proyecto catapultado por el abrasador triunfo planetario cosechado por 'The Joshua Tree' (87).
Giro radical
The Edge rememoraba al salir su último recopilatorio los antecedentes que dieron lugar a la gestación del 'Achtung', cuyo vigésimo aniversario conmemora la banda con un voluminoso relanzamiento especial del proyecto. «Con 'Joshua' y con 'Rattle' se trataba de una especie de diario de peregrinación en busca de las raíces del rock and roll. Al principio rechazábamos ese tipo de música, pero allí empezamos a escuchar cosas auténticas. Eso nos obligó a replantearnos nuestra actitud hacia aquella música y nos encontramos escribiendo canciones con ese estilo».
Pero las cosas no salieron luego como el grupo esperaba. Con la película todo se sobredimensionó y «me di cuenta de que algo iba mal porque nunca habíamos querido llegar a eso». Clayton coincide con él. «Teníamos que hacer 'Joshua Tree' porque toda nuestra carrera estuvimos preparando ese disco. Pero fue realmente después cuando llegamos al momento trascendental».
Y con esa sensación en mente, el grupo dio un volantazo brusco, puso rumbo hacia la vieja Europa e irrumpió sin frenos en octubre de 1990 en unos estudios del Berlin después del muro cuyo edificio había albergado un cuartel de las SS en la II Guerra Mundial. Los estudios Hanse Ton estaban acondicionados directamente en la estancia que en su día estuvo destinada a sala de esparcimiento de los mandos nazis y fue precisamente donde Brian Eno trabajó con David Bowie en su periodo berlinés.
Choque de trenes
El grupo se enzarzó allí en un choque de trenes entre dos polos contrapuestos que dejó paso a un equilibrio de fuerzas: la apuesta por cambiar de sonido y ahondar en nuevos estilos de Bono y The Edge, que estaba inmerso en el divorcio de su esposa, y la reticencia expresada por la base rítmica de la banda, Adam Clayton y, sobre todo, Larry Mullen, a abandonar las raíces clásicas e influencias que les habían llevado hasta allí.
«Fue bastante confuso. Sobre el papel la idea de hacer algo más rítmico, un disco más industrial y la conexión con lo que estaba pasando en el rock británico vía Manchester fue una gran idea y estábamos todos en la misma página. Es sólo que nadie sabía realmente cómo hacer eso. Estábamos en una situación en la que la calidad de las sesiones no representaba el sonido que Bono y Edge estaban imaginando, y no fueron capaces de decir cómo querían lograr ese sonido. Lo estábamos haciendo a ciegas», rememoró hace unos años Clayton.
De aquel tira y afloja saldría la base del álbum, la esencia de 55 minutos repartidos en las doce canciones que integraron el disco, rematado en Dublín en los estudios de toda la vida donde la banda grababa desde su primer disco.
La mano decisiva de Brian Eno se benefició de la distancia que daba su presencia puntual en el estudio, ya que la labor en el día a día corrió en su mayor parte a cargo de Daniel Lanois, de quien los rumores apuntan a que casi llegó a las manos con el mismísimo Bono en pleno proceso febril de grabación cuando se presentó con un enfoque distinto para una canción en la que ya llevaban tiempo trabajando.
Eno lo tenía claro. En mitad de las disputas dio con la clave: había que eliminar de entrada todo lo que oliera o sonara a lo que se esperaba de U2. Fue el hilo del que tiró el grupo hasta desenroscar la madeja. «La hipocresía del corazón humano se convirtió en el tema de esta serie de canciones, que es realmente una canción: es una pelea de amantes y no fue obtenido con remiendos en absoluto», dijo Bono del disco.
Abrazando tormentas eléctricas, electrónica y efectos de sonido, la banda cambió incluso su propia estética y levantó un muro de sonido denso, compacto, rico y coherente donde la docena de canciones incluida sonaban como un todo unitario pleno de sentido, lejos de los temas relleno donde brillan desde los singles y las baladas a las piezas en segundo plano.
El título del disco era la frase que su tecnico de sonido de cabecera desde su primer disco, Joe O'Herlihy, exclamaba reiteradamente durante las sesiones de grabación. Está tomada del musical 'Los productores' de Mel Brooks. La foto de la contraportada del libreto donde se veía a Adam Clayton desnudo fue censurada en la edición americana, donde se optó por cubrir el pene del bajista con una hoja de parra.
Deluxe
La reedición que saldrá al mercado hace honor a la tendencia al gigantismo del grupo, que está lanzando revisiones especiales de toda su discografía por orden cronológico. 'Achtung Baby' estará disponible en cinco formatos diferentes. Las más asequibles serán el CD estándar con el disco original remasterizado, una edición doble que sumaría al álbum otro cd con tomas inéditas, caras b y rarezas, y una edición en vinilo con cuatro Lps.
La edición SuperdeLuxe incluirá 6 CD's y 4 DVD's con el original y el 'Zooropa' (93), las inéditas, dos CD's de remezclas y piezas de las sesiones de grabación junto a un libreto de 90 páginas. Los cuatro DVD incluirán el documental 'From the Sky Down', el concierto de la gira 'Zoo TV Live from Sydney', los clips de los singles y un último con material adicional. La Uber Deluxe Box incluirá esos contenidos junto a abundante material de merchandising para fetichistas y coleccionistas con las gafas que lucía Bono en la gira, pines, fotografías, fanzines, calcomanías y postales.
"El día en que U2 reinventó su sonido"
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En 1990 la banda irlandesa U2 se cansó de las dimensiones y la altura que había alcanzado el 'Joshua Tree', su particular árbol del éxito, tronco que habían alimentado a conciencia con mimo, épica y entusiasmo durante una década. El cuarteto, sepultado por su ya frondosa, tupida y descontrolada espesura, no encontró mejor solución para intentar volver a ver la luz del día musical que cortar el árbol de raíz.
Desbordados por las proporciones que había adquirido su trayectoria, aquel arriesgado gesto y giro estilístico supuso en la práctica el renacer del grupo y les llevó hasta una obra maestra recibida en su día con reticencias por el núcleo duro de sus seguidores: 'Achtung Baby' (1991), grabación que, aún hoy, representa un clásico en toda regla de la banda que el cuarteto no ha logrado superar, en cuanto a resultados artísticos, con ninguno de los lanzamientos posteriores realizados en las dos décadas transcurridas desde su publicación.
Tomar aquella abrupta decisión de cara al que sería su séptimo disco en estudio no le resultó al cuarteto tarea fácil. Conviene detenerse en el detonante de la catarsis que dio lugar al álbum, del que el mes que viene se cumplen 20 años de su lanzamiento.
Abrumado por las consecuencias de su decidida apuesta por ganarse los estadios y arrasar el mercado norteamericano, los irlandeses se lamían las heridas en 1989, escaldados de su megalómana experiencia cinematográfica y musical plasmada en 'Rattle & Hum' (1988), doble disco y filme llamados a testimoniar su inmersión en la cultura musical norteamericana y un proyecto catapultado por el abrasador triunfo planetario cosechado por 'The Joshua Tree' (87).
Giro radical
The Edge rememoraba al salir su último recopilatorio los antecedentes que dieron lugar a la gestación del 'Achtung', cuyo vigésimo aniversario conmemora la banda con un voluminoso relanzamiento especial del proyecto. «Con 'Joshua' y con 'Rattle' se trataba de una especie de diario de peregrinación en busca de las raíces del rock and roll. Al principio rechazábamos ese tipo de música, pero allí empezamos a escuchar cosas auténticas. Eso nos obligó a replantearnos nuestra actitud hacia aquella música y nos encontramos escribiendo canciones con ese estilo».
Pero las cosas no salieron luego como el grupo esperaba. Con la película todo se sobredimensionó y «me di cuenta de que algo iba mal porque nunca habíamos querido llegar a eso». Clayton coincide con él. «Teníamos que hacer 'Joshua Tree' porque toda nuestra carrera estuvimos preparando ese disco. Pero fue realmente después cuando llegamos al momento trascendental».
Y con esa sensación en mente, el grupo dio un volantazo brusco, puso rumbo hacia la vieja Europa e irrumpió sin frenos en octubre de 1990 en unos estudios del Berlin después del muro cuyo edificio había albergado un cuartel de las SS en la II Guerra Mundial. Los estudios Hanse Ton estaban acondicionados directamente en la estancia que en su día estuvo destinada a sala de esparcimiento de los mandos nazis y fue precisamente donde Brian Eno trabajó con David Bowie en su periodo berlinés.
Choque de trenes
El grupo se enzarzó allí en un choque de trenes entre dos polos contrapuestos que dejó paso a un equilibrio de fuerzas: la apuesta por cambiar de sonido y ahondar en nuevos estilos de Bono y The Edge, que estaba inmerso en el divorcio de su esposa, y la reticencia expresada por la base rítmica de la banda, Adam Clayton y, sobre todo, Larry Mullen, a abandonar las raíces clásicas e influencias que les habían llevado hasta allí.
«Fue bastante confuso. Sobre el papel la idea de hacer algo más rítmico, un disco más industrial y la conexión con lo que estaba pasando en el rock británico vía Manchester fue una gran idea y estábamos todos en la misma página. Es sólo que nadie sabía realmente cómo hacer eso. Estábamos en una situación en la que la calidad de las sesiones no representaba el sonido que Bono y Edge estaban imaginando, y no fueron capaces de decir cómo querían lograr ese sonido. Lo estábamos haciendo a ciegas», rememoró hace unos años Clayton.
De aquel tira y afloja saldría la base del álbum, la esencia de 55 minutos repartidos en las doce canciones que integraron el disco, rematado en Dublín en los estudios de toda la vida donde la banda grababa desde su primer disco.
La mano decisiva de Brian Eno se benefició de la distancia que daba su presencia puntual en el estudio, ya que la labor en el día a día corrió en su mayor parte a cargo de Daniel Lanois, de quien los rumores apuntan a que casi llegó a las manos con el mismísimo Bono en pleno proceso febril de grabación cuando se presentó con un enfoque distinto para una canción en la que ya llevaban tiempo trabajando.
Eno lo tenía claro. En mitad de las disputas dio con la clave: había que eliminar de entrada todo lo que oliera o sonara a lo que se esperaba de U2. Fue el hilo del que tiró el grupo hasta desenroscar la madeja. «La hipocresía del corazón humano se convirtió en el tema de esta serie de canciones, que es realmente una canción: es una pelea de amantes y no fue obtenido con remiendos en absoluto», dijo Bono del disco.
Abrazando tormentas eléctricas, electrónica y efectos de sonido, la banda cambió incluso su propia estética y levantó un muro de sonido denso, compacto, rico y coherente donde la docena de canciones incluida sonaban como un todo unitario pleno de sentido, lejos de los temas relleno donde brillan desde los singles y las baladas a las piezas en segundo plano.
El título del disco era la frase que su tecnico de sonido de cabecera desde su primer disco, Joe O'Herlihy, exclamaba reiteradamente durante las sesiones de grabación. Está tomada del musical 'Los productores' de Mel Brooks. La foto de la contraportada del libreto donde se veía a Adam Clayton desnudo fue censurada en la edición americana, donde se optó por cubrir el pene del bajista con una hoja de parra.
Deluxe
La reedición que saldrá al mercado hace honor a la tendencia al gigantismo del grupo, que está lanzando revisiones especiales de toda su discografía por orden cronológico. 'Achtung Baby' estará disponible en cinco formatos diferentes. Las más asequibles serán el CD estándar con el disco original remasterizado, una edición doble que sumaría al álbum otro cd con tomas inéditas, caras b y rarezas, y una edición en vinilo con cuatro Lps.
La edición SuperdeLuxe incluirá 6 CD's y 4 DVD's con el original y el 'Zooropa' (93), las inéditas, dos CD's de remezclas y piezas de las sesiones de grabación junto a un libreto de 90 páginas. Los cuatro DVD incluirán el documental 'From the Sky Down', el concierto de la gira 'Zoo TV Live from Sydney', los clips de los singles y un último con material adicional. La Uber Deluxe Box incluirá esos contenidos junto a abundante material de merchandising para fetichistas y coleccionistas con las gafas que lucía Bono en la gira, pines, fotografías, fanzines, calcomanías y postales.
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